Estados Unidos planea enviar bombas de racimo a Ucrania como parte de un paquete de ayuda para ayudar en su lucha contra los invasores rusos, según funcionarios estadounidenses. Aunque estas municiones son objeto de controversia por a su impacto indiscriminado y amenaza a los civiles, se considera que podrían proporcionar un nuevo y poderoso elemento a la contraofensiva de Ucrania. La Casa Blanca ha confirmado que está considerando activamente el envío de municiones en racimo, pero aún no ha hecho un anuncio oficial al respecto.
Las municiones en racimo, prohibidas por más de 120 países, liberan minibombas más pequeñas que pueden causar daños indiscriminados en áreas amplias. Estos proyectiles no explotados representan un peligro incluso años después de que finalice un conflicto. Aunque Estados Unidos tiene una ley que prohíbe las exportaciones de municiones en racimo, el presidente Biden podría renunciar a esas prohibiciones para permitir su envío a Ucrania.
Ucrania ha estado presionando para obtener apoyo y suministros militares, incluidos aviones de combate F-16, para fortalecer su contraofensiva. El país busca la oportunidad de moverse más rápido, salvar vidas y mantenerse firmes en su lucha contra la agresión rusa. Mientras tanto, los esfuerzos internacionales liderados por Dinamarca y los Países Bajos están trabajando para capacitar a pilotos, mantener aeronaves y proporcionar apoyo logístico a Ucrania.
El paquete de ayuda, que se espera que ascienda a 800 millones de dólares, también incluirá municiones para sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad (HIMARS) y vehículos terrestres como los vehículos de combate Bradley y los vehículos blindados de transporte de personal Stryker.
Bombas de racimo, un arma prohibida.
El envío de bombas de racimo y otras municiones a Ucrania implica el apoyo continuo de Estados Unidos a Ucrania desde la invasión rusa en 2022. Este paquete de asistencia de seguridad sería el 42º aprobado por Estados Unidos, sumando más de 40.000 millones de dólares en ayuda.
La cumbre de la OTAN en Lituania, que contará con la presencia del presidente Biden, se espera que esté dominada por la situación en Ucrania y las medidas para contener la agresión rusa. La comunidad internacional tiene opiniones diferentes en cuanto a las estrategias y decisiones en relación con la crisis ucraniana, y la entrega de bombas de racimo es un tema especialmente controversial debido a su impacto humanitario.
El debate sobre el envío de estas municiones a Ucrania continúa, y la decisión final estará sujeta a consideraciones políticas y estratégicas en los próximos días.
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