El Reino Unido dio marcha atrás a su plan de eliminar la tasa del 45% del impuesto sobre la renta que pagan los ciudadanos más ricos del país.
Kwasi Kwarteng, ministro de Economía, explicó que la medida propuesta de bajar impuestos se había convertido en una gran distracción dentro de lo que consideran el “sólido” paquete económico.
Esta decisión, se tomó, luego de que varios parlamentarios del partido criticaran el plan, representó una humillación para la primera ministra, Liz Truss.
Para impulsar la economía del país, se diseñó un paquete de recortes de impuestos, que el gobierno anunció hace aproximadamente 10 días, y uno de los planes era la eliminación de la tasa del 45% del impuesto sobre la renta que pagan las personas que ganan más de 150.000 libras esterlinas al año (US$ 168.000).
Como consecuencia del paquete fiscal hubo varios días de turbulencias financieras y ocasionó que la libra cayera frente al dólar a mínimos históricos. La reducción del impuesto sobre la renta para los más ricos habría representado un ahorro fiscal de casi US$ 3.400 anuales para una persona con un sueldo de US$ 224.000 por año.
Esta medida presentada para bajar impuestos, que defendió el gobierno, aseguraba que la baja de los impuestos a las personas que más ganan haría que el Reino Unido fuera más competitivo y, además fomentaría la creación de empresas e inversiones.
En este marco, la oposición le pidió al gobierno revertir sus medidas económicas. La diputada por el partido laborista, Rachel Reeves, afirmó que el cambio de planes llega demasiado tarde para las familias que ahora tendrán que pagar hipotecas más altas en los próximos años, como consecuencia de la caída de la moneda y la posible suba en las tasas de interés.
Por su parte, el líder del partido Liberal Demócratas, Ed Davey, pidió la renuncia del ministro, alegando que ya no tenía «ninguna credibilidad» y que todo el plan necesitaba una revisión.
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