Las autoridades suecas confirmaron el viernes que los restos de los cuerpos encontrados después de que las fugas del gasoducto Nord Stream contenían rastros de explosivos, lo que ratifica los temores de un sabotaje.
La Fiscalía, encargada de investigar este caso, emitió un comunicado donde informan haber hallado restos de explosivos «En las investigaciones que se hicieron en el lugar en el mar Báltico se incautaron muchos objetos y el área está documentada de forma minuciosa. Los análisis realizados muestran restos de explosivos en varios de los objetos encontrados».
Asimismo, los investigadores confirmaron que la investigación seguirá su curso y que aún no se puede establecer quién estuvo detrás de este sabotaje. Mats Ljunggvist, fiscal a cargo del caso, advirtió que se trata de una investigación «muy compleja y extensa», cuyo avance determinará «si se puede nombrar a un sospechoso».
«La colaboración con las autoridades de Suecia y otros países funciona de forma excelente. Para continuar con la tarea y para esa cooperación es importante trabajar con calma y tranquilidad», declaró Ljunqgvist.
Desde Rusia pidieron una investigación sobre la causa de la explosión y dijo que esperaría para hacer las reparaciones necesarias en el gasoducto hasta que se hiciera una evaluación final de los daños.
Los gobiernos de Dinamarca, Alemania y Suecia advirtieron que la fuga fue causada por sabotaje y dicen que el tamaño de los agujeros descubiertos no podría haber sido accidental. La solicitud de Rusia de participar en la investigación no prosperó.
El gasoducto transporta gas natural desde Rusia hasta Alemania y de allí se distribuye a otros países europeos. Ninguno de los gasoductos estaba operativo: Rusia suspendió el tráfico a través de Nord Stream 1, primero debido a problemas técnicos y luego debido a las sanciones de guerra, mientras que Nord Stream 2 nunca se conectó.
