La jueza Ana María Figueroa emitió críticas contundentes hacia la Corte Suprema de Argentina después de que sea removida de su cargo en la Cámara de Casación Penal. Según Figueroa, esta acción representa «un claro disciplinamiento» por parte del máximo tribunal del país. La jueza debía tomar decisiones clave en la causa Hotesur, que involucra a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Contexto judicial y político
La Corte Suprema decidió que Figueroa «cesó en sus funciones» al cumplir 75 años, lo que la obliga a abandonar su cargo. Este fallo también implica que la jueza no recibirá más su salario y se abrirá un concurso para encontrar a su reemplazo. La decisión ha generado controversia, especialmente porque Figueroa estaba a cargo de resolver el sobreseimiento de Cristina Kirchner en la causa Hotesur y Los Sauces.
La remoción de la jueza representa un revés significativo para la vicepresidenta, ya que interrumpe las negociaciones que tenía con el Senado para mantener a Figueroa en su puesto. El oficialismo en la Cámara de Casación estaba buscando, sin éxito, conseguir quórum para extender el mandato de la jueza.
Reacciones al fallo de la Corte Suprema
Ana María Figueroa ha cuestionado la falta de pluralidad en la Corte Suprema y ha abogado por un tribunal con más miembros que «no se entrometa en todo». Su remoción ha abierto un debate sobre la independencia judicial y el rol del máximo tribunal en la toma de decisiones que tienen un impacto político significativo.
La Corte también derogó una resolución del Consejo de la Magistratura que permitía una prórroga en la función de los jueces después de los 75 años, a la espera de una definición del Senado. Este fallo se vio interpretado por algunos como una forma de disciplinamiento y ha generado diversas opiniones en el ámbito judicial y político.
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