El jefe de gabinete de Horacio Rodríguez Larreta, Felipe Miguel, ha censurado a la administración de la Provincia de Buenos Aires por su ausencia en las negociaciones para poner fin a la huelga de autobuses. Este reproche surge después de que el ministro de Economía criticara al gobierno de la ciudad de Buenos Aires por su no participación en las negociaciones con los empresarios y los sindicatos para poner fin a la huelga.
Respondiendo a las críticas, Felipe Miguel comentó: «Nunca se nos invitó a participar, esta es una responsabilidad del gobierno nacional. Siempre hemos estado presentes cuando se nos ha convocado y seguiremos estando presentes cuando se nos invite, pero en este momento el gobierno nacional está tratando de eludir su responsabilidad y de apelar a la opinión pública».
Además, el jefe de gabinete de la ciudad confirmó que acudirán a la reunión convocada por el ministro de Economía, Sergio Massa, el próximo lunes para encontrar una solución al conflicto que hoy afectó a millones de pasajeros.
Mientras Horacio Rodríguez Larreta, el alcalde de Buenos Aires, estaba de campaña en la provincia de Córdoba, su jefe de gabinete reaccionó con gran disgusto a la postura adoptada por el precandidato presidencial de la Unión por la Patria.
La declaración de Massa que incitó el enojo de Felipe Miguel fue: «Queremos instar al gobierno de la ciudad a que asuma su parte de responsabilidad y se siente en la mesa de negociaciones a partir del lunes para garantizar que esta situación no se repita, para que nunca más el público sea rehén de una disputa económica entre las empresas y el Estado, ya que eso no es correcto».
Frente a este desafío, Miguel sostuvo que el conflicto es de competencia exclusivamente nacional y que no se les convocó a la reunión, pues de lo contrario habrían asistido.
Además, declaró: «Cuando uno gobierna mal, las consecuencias son evidentes. Este es un gobierno nacional que no aborda los problemas de manera integral y las explicaciones que dan ya no son creíbles para nadie. Este conflicto, al igual que otros, es el resultado de un gobierno deficiente, con un descontrol total de las finanzas estatales, una inflación galopante y un desempleo rampante».