En un significativo acto de solidaridad y cohesión, los líderes del PRO, Mauricio Macri, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, se congregaron para respaldar a Jorge Macri, el único candidato del PRO a jefe de Gobierno porteño. La reunión, realizada en el Club Alemán de Equitación en el barrio de Palermo, marca un evento crucial en la foto de unidad en el PRO en la recta final hacia las elecciones del 13 de agosto.
Un gesto simbólico de unidad y fortaleza
La imagen de unidad que se capturó fue más que una simple fotografía. Representó un momento simbólico que cerró una semana convulsa dentro del PRO. Sirvió como una especie de tregua política antes de las PASO. La foto fue tomada en medio de la contienda interna que Jorge Macri enfrenta en la Ciudad con el senador radical Martín Lousteau. Se realizó en un ambiente de confidencialidad, con acceso limitado a la prensa.
Las declaraciones públicas en el evento resaltaron el compromiso y la confianza en Jorge Macri. Mauricio Macri subrayó la preparación de Jorge para liderar nuevas transformaciones en la Ciudad de Buenos Aires. Bullrich enfatizó en la necesidad de continuar y profundizar el trabajo iniciado por Mauricio Macri. Larreta, por su parte, aplaudió la transformación que el PRO ha alcanzado en la Ciudad y expresó su fe en que Jorge Macri continuará en esa senda.
Reconciliación y ausencias notables
La foto de unidad en el PRO fue también un pedido explícito de Mauricio Macri para calmar las aguas internas. Esto resonó con el tono conciliador de Bullrich, quien había enfatizado la importancia de la unidad después de los resultados electorales. La intención era reafirmar la cohesión del grupo tras meses de disputas acaloradas.
Una ausencia destacada en la foto fue la de la exgobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. A pesar de haber sido invitada, su compromiso laboral en Mendoza la mantuvo alejada del cierre porteño. Esto no pasó desapercibido, especialmente porque había expresado su apoyo a Rodríguez Larreta, generando malestar en Mauricio Macri.
La imagen sucedió después de días agitados dentro de la coalición opositora y señaló un momento de reconciliación en Juntos por el Cambio. La campaña había mantenido un nivel de hostilidad interna que cuestionó la unidad del espacio. Sin embargo, este gesto busca presentar una imagen de cohesión y fortaleza, demostrando una coalición fuerte y unida en la recta final hacia las elecciones.
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