El desarrollo del Gas Natural Licuado (GNL) es un tema crucial en el debate energético actual. En un reciente plenario de comisiones de la Cámara de Diputados, Pablo González, el presidente de YPF, abogó enfáticamente por la Ley de Promoción del Gas Natural Licuado (GNL). Durante su exposición, González enfatizó que “el GNL debe ser una política de Estado” en Argentina, destacando el papel crucial que puede desempeñar en satisfacer la demanda de energía del país.
Un futuro energético sostenible
“Teniendo en cuenta la demanda de energía, que hoy estemos acá tratando lo que considero que debe configurar una política de Estado, es muy saludable”, afirmó González. Además, mencionó que Argentina cuenta con reservas de gas suficientes para 170 años manteniendo los niveles de consumo actuales, lo que se traduce en un horizonte prometedor en la transición energética.
Según González, el verdadero desafío radica en monetizar el gas de manera eficiente, lo que implica encontrar formas adecuadas de abastecer el mercado interno y, al mismo tiempo, exportarlo en forma de GNL. “El mundo tiene gas, por eso tenemos que promover la actividad para ser competitivos en un mercado mundial”, señaló el presidente de YPF, haciendo hincapié en la necesidad de una estrategia sólida que posicione a Argentina como un jugador clave en el mercado global del GNL.
Además de respaldar la Ley de Promoción del GNL, González también destacó una colaboración significativa entre YPF y Petronas, la empresa petrolera nacional de Malasia. YPF y Petronas han firmado un acuerdo de entendimiento que allana el camino para la construcción de la primera planta productora de GNL en Argentina. Esto representa un paso significativo, ya que permitirá al país convertirse en un exportador de gas a escala mundial.
Petronas es un gigante en la industria del GNL, siendo una de las tres empresas más grandes del mundo en este mercado, con presencia en 17 países y más de 40 años de experiencia en este sector. El proyecto en colaboración con YPF es integral y abarca desde la producción de gas en Vaca Muerta hasta su transporte a través de tres gasoductos desde el yacimiento hasta la terminal de procesamiento e industrialización.
Esta colaboración es un testimonio del compromiso de Argentina de aprovechar sus abundantes reservas de gas de manera sostenible y beneficiosa. La Ley de Promoción del GNL puede desempeñar un papel vital en este contexto, proporcionando el marco necesario para el desarrollo de infraestructuras y la creación de políticas que aseguren el futuro energético del país.
Como concluyó González, “el GNL debe ser una política de Estado”. Esta declaración no solo resalta la importancia del GNL en el panorama energético de Argentina, sino que también subraya la necesidad de una visión a largo plazo y un compromiso colectivo para asegurar un futuro energético sostenible y próspero para el país.