En el día de hoy a la vicepresidenta Cristina Fernández, se la aceptó como querellante en la causa que se investigan las amenazas y mensajes violentos difundidos en redes sociales por Revolución Federal. Estos mensajes también incluyeron amenazas de muerte, no solo contra su persona, sino también contra su hijo Máximo y el Jefe de Estado, Alberto Fernández, y también incitaban a cometer actos ilícitos.
La decisión fue adoptada por el juez federal, Marcelo Martínez de Giorgi, en el marco de la investigación que se encuentra bajo secreto de sumario y delegada al fiscal Pollicita.
Los abogados que representan a la vicepresidenta, quieren tomar contacto con el expediente para poder conocer las pruebas y no descartan que pueda surgir algún tipo de vinculación entre esa causa y aquella en la que se investiga el atentado fallido, radicada en el juzgado de María Eugenia Capuchetti.
En su momento, los abogados querían que las dos causas estuvieran en el mismo juzgado, pero en su momento la jueza Capuchetti se excusó porque no encontraba elementos en donde las dos causas estuvieran ligadas.
El presidente de la Cámara Federal porteña, Mariano Llorens, le dio la razón a Capuchetti y determinó que las dos causas continúen por separado.
Uno de los audios desgravados que forman parte de aquella presentación, se menciona la posibilidad de que alguien se infiltre entre los simpatizantes de la vicepresidenta para “hacerla pasar a la historia”, en alusión a cometer un magnicidio, algo que se intentó una semana más tarde. En otro audio decían “Hoy se veía como saludaba a la Campora, ese hubiera sido el momento ideal, lástima que a mí me conocen la cara, sino sabes cómo espero a que baje y lo hago” decía otro miembro de Revolución Federal.