El pasado 10 de junio, el barrio Greenpoint de Nueva York se convirtió en el hogar de la primera tienda de BotBar Coffee en la ciudad. Esta novedosa cadena de cafeterías está atendida por máquinas y promueve la frase: «Los humanos pueden ser impredecibles, deja que un robot haga tu café».
Aunque para algunos, esta innovación puede representar el riesgo de perder empleos en el futuro, Denise Chung, fundadora del bar, asegura que los robots están aquí para ayudar y contribuir a mejorar la calidad de vida tanto de los baristas como de los clientes. Según Chung, «simplemente nos gusta llevar entretenimiento a los amantes del café. Mientras los baristas robóticos reparten café, los empleados humanos ayudan a los clientes y rellenan la máquina de café cuando es necesario».
El BotBar Coffee cuenta con varias mesas y tres máquinas donde los clientes pueden realizar sus pedidos a través de pantallas táctiles. Adam, uno de los robots, se encarga de preparar el café. Tarda aproximadamente un minuto en preparar un café normal y dos minutos en pedidos más elaborados, con una capacidad promedio de 50 pedidos por hora. Chung añade: «Es una mejora para la comunidad; en lugar de ser atendido por un mesero cansado de hacer 500 cafés al día, tendrán un robot que se asegurará de que el café se haga de manera rápida y perfecta».
Aunque los robots utilizados todavía presentan algunas limitaciones, como la incapacidad de personalizar los pedidos y la disponibilidad únicamente de leche de vaca, clientes como Larry Dunham aseguran que esta experiencia tiene el potencial de ser un éxito. Dunham destaca cómo esta tecnología puede beneficiar a personas con discapacidades de habla, facilitando su comunicación al momento de hacer un pedido.
Este concepto de cafetería automatizada no es único. En California, conocida como la cuna de Silicon Valley, ya se han puesto en marcha iniciativas similares, como Artly The Barista Bot, que también tiene puntos de venta en Seattle y Portland. Asimismo, destacan el Monty Cafe, con franquicias en seis ciudades rusas y Dubái, y el Henn Na Cafe de Tokio, donde un robot llamado Sawyer sirve café desde 2018.
A medida que estos avances tecnológicos se expanden, también surgen preocupaciones. Mientras algunos aseguran que, a largo plazo, la inteligencia artificial creará más empleos de los que destruirá, según un estudio reciente realizado por Deutsche Bank Research, expertos como Ethiraj Gabriel Dattatreyan, profesor de antropología en la Universidad de Nueva York, expresan inquietudes sobre el BotBar. Según Dattatreyan, este concepto es problemático porque «aprovecha la oportunidad de un trabajo deshumanizado y sin fricciones. Ahora no hay necesidad de dar propina, el robot puede ser insultado sin consecuencias y el empleador se ahorra el costo de un salario. La automatización libera a los propietarios de la responsabilidad hacia las clases que dependen del trabajo asalariado para existir dentro de nuestro sistema económico».
Este nuevo concepto de cafetería plantea cambios en la idea tradicional de estos establecimientos como puntos de encuentro y reunión. Solo el tiempo dirá hasta qué punto estos avances tecnológicos afectarán los empleos, actividades e ideas que convergen en estos populares lugares.