El ingeniero químico Manuel Hadad, becario de CONICET en el INTA Paraná, ha desarrollado un dispositivo para medir la concentración de pesticidas en el aire. Este dispositivo, llamado AR-PUF, es el primer equipo de este tipo fabricado en Argentina y cuenta con una tecnología más robusta y cuesta la mitad que los dispositivos importados.
Este dispositivo toma muestras de aire específicas, estandarizadas y reproducibles para poder determinar la presencia de pesticidas en concentraciones de hasta 0,03 nanogramos por metro cúbico. El módulo, tiene un peso total de 30 kg y mide 1,60 metros de largo. Tiene capacidad para detectar hasta 25 pesticidas.
La idea para la construcción de este equipo surge a raíz de un estudio realizado en 2019 por la investigadora Mariela Seehaus, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Paraná, que halló la presencia de glifosato en el aire de una localidad cercana a Paraná. La investigadora se topó con un problema, ya que para continuar con las mediciones y diagnosticar el problema con mayor precisión necesitaba un equipo de monitoreo que no se fabricaba en el país y dificil de importar debido a su alto costo.
Durante esta búsqueda, Manuel Hadad, un ingeniero químico que trabajaba en el desarrollo de equipos de monitoreo ambiental apareció y se ofreció a desarrollar los equipos que ella necesitaba. Manuel comenzó a trabajar en INTA Paraná y desarrolló AR-PUF.
Manuel Hadad es el creador de ARsense, una empresa dedicada a fabricar equipos para monitoreo de contaminantes ambientales. Recientemente, el desarrollo del monitoreo de plaguicidas ganó el premio Innovación Franco-Argentina 2022 en la categoría primaria. Además, es finalista en el concurso IB50K que organiza el Instituto Balseiro para premiar iniciativas empresariales de base tecnológica.
El desarrollo de este dispositivo es importante ya que permite detectar la presencia de pesticidas en el aire con una precisión mayor, lo que ayudará a tomar medidas para reducir la exposición a estos productos químicos y mejorar la calidad del aire. Además, al ser fabricado en Argentina, tiene un menor costo y una mayor durabilidad, lo que lo hace una opción más accesible y práctica para las instituciones y empresas que buscan monitorear la presencia de pesticidas en el aire.
Noticias Relacionadas
Investigación revolucionaria: una batería con autonomía de 400 años.