La Primera Ministra, Liz Truss, despidió al ministro de economía debido a la presión de su propio partido. A pesar de estar en el cargo hace poco más de un mes, la primera ministra se enfrenta a problemas dentro de su propio partido, lo que la llevó a tomar la decisión de despedir a Kwasi Kwarteng, el ministro de economía, que se encontraba de viaje y fue obligado a regresar a Londres.
Esto fue a raíz de su discutido plan de crecimiento, que preveía masivos recortes fiscales, el ministro se vio obligado a regresar antes de tiempo de su viaje a Washington, para mantener una reunión con los miembros del Gobierno. Jeremy Hunt, el ex ministro de Asuntos Exteriores británico, será quien lo reemplace.
La carta con la cual Kwarteng anunció su renuncia
“Me ha pedido que me haga a un lado como su Canciller. He aceptado. Cuando me pidió que fuera su canciller, lo hice con pleno conocimiento de que la situación a la que nos enfrentábamos era increíblemente difícil, con el aumento de las tasas de interés y los precios de la energía a nivel mundial...”
En medio de las disputas internas del Partido Conservador, los diputados le dieron la Primera Ministra 17 días para conservar su puesto.
Kwarteng había descartado su renuncia días anteriores ante las turbulencias generadas por su radical recorte de impuestos, lo que obligó al Banco de Inglaterra a intervenir con una recompra de deuda para evitar la quiebra de varios fondos de pensiones.
A finales de septiembre, se presentó el plan fiscal que hizo desplomar la libra esterlina frente al dólar estadounidense y además, disparó el coste de la deuda a largo plazo en el Reino Unido.
En los medios de comunicación, se debatió durante toda la semana, la posibilidad de que el Gobierno evalúe retroceder en algunos de los puntos del polémico plan de crecimiento y cancelar parte del recorte del impuesto de sociedades programado para los próximos años.
Recordemos que para impulsar la economía del país, se diseñó un paquete de recortes de impuestos, que el gobierno anunció a finales del mes pasado, y uno de los planes era la eliminación de la tasa del 45% del impuesto sobre la renta que pagan las personas que ganan más de 150.000 libras esterlinas al año (US$ 168.000).
La reducción del impuesto sobre la renta para los más ricos habría representado un ahorro fiscal de casi US$ 3.400 anuales para una persona con un sueldo de US$ 224.000 por año.
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