La resolución del conflicto laboral entre la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y las principales cámaras industriales de Argentina se encuentra en el horizonte. El Ministerio de Trabajo del país ha dictado una conciliación obligatoria que se prolongará durante seis días, en un intento por resolver la situación de forma pacífica y legal. Esta acción se da en medio de una huelga de 48 horas liderada por el sindicato UOM, cuyo reclamo se centra en la finalización de las negociaciones paritarias y en obtener mejoras salariales para el sector.
En busca de la conciliación
La conciliación obligatoria, dispuesta por la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, se estableció bajo el marco del Artículo 11° de la normativa correspondiente, retrotrayendo la situación a la existente antes del inicio del conflicto. El Ministerio ha convocado una nueva audiencia para el lunes 24 de julio, una fecha que cae después de las sucesivas huelgas escalonadas programadas por el sindicato metalúrgico. En un comunicado oficial, el gobierno expresó que consideraba necesario tomar medidas para promover una solución legal al conflicto.
Las partes en conflicto, por un lado, la UOM y, por otro, un conjunto de cámaras industriales que incluye a la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica de la República Argentina (CAMIMA), la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales Electrónicas (AFARTE), la Cámara Argentina de la Industria del Aluminio y Actividades afines (CAIAMA), la Federación de Cámaras industriales de artefactos para el hogar (FEDEHOGAR), la Asociación de fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) y la Asociación de Industrias Metalúrgicas de la República Argentina (ADIMRA), se encontrarán nuevamente en la mesa de negociaciones.
El centro del conflicto
El sindicato metalúrgico ha estado presionando por un incremento salarial del 60% para el primer semestre y una suma fija que permita a los trabajadores mantener su poder adquisitivo frente al crecimiento inflacionario. Como resultado, la UOM dictó una huelga nacional de 48 horas para un jueves y viernes, seguida de una segunda huelga de 72 horas programada para los últimos tres días hábiles de la semana siguiente.
El conflicto llegó a un punto crítico durante una protesta frente a las oficinas de Techint, cuando el secretario general de la UOM, Abel Furlán, instó al Grupo Techint a dejar de interferir en las discusiones paritarias con el resto de las cámaras. Furlán condenó la intervención de Techint en el proceso, calificándola como una dilación por parte del sector empresarial que ha impedido que las negociaciones lleguen a una conclusión satisfactoria.
Con la conciliación obligatoria en vigor, las partes en conflicto tendrán que volver a la mesa de negociaciones y buscar una resolución que satisfaga tanto a la Unión Obrera Metalúrgica como a las cámaras industriales. Mientras tanto, se mantiene la expectativa de que estas medidas contribuyan a un desenlace pacífico y legal para este conflicto laboral.