En el día de ayer fue anunciado un incremento en los servicios de agua, electricidad y gas.
El esquema se segmentó en tres grupos:
El grupo 1 corresponde a titulares con mayor poder adquisitivo y los que no han solicitado apoyo. El grupo 2 cubre los ingresos más bajos registrados e incluirá a los beneficiarios de la tarifa social. Finalmente, el grupo 3 corresponde a la población de ingresos medios.
Los comercios comenzarán a pagar la misma tarifa que se aplican a las titulares de mayores ingresos, lo que significa que perderán el subsidio.
En el servicio de luz se fijó un tope de 400 kWh, “No es que, si uno se pasa, pierde todo. Sino que, en razón a la progresividad sobre el incremental al tope, se va a hacer la quita del subsidio. El tope de energía eléctrica es de 400 kWh, cuando uno consume 450 no es que pierde sobre los 450, sino sobre los 50 incrementales”, explicó la secretaria de energía Royón.
Un hogar incluido en el grupo 1 aumentaría su factura de luz un 50% en promedio dependiendo de la provincia, la factura de agua un 130% en promedio y la factura de gas 73% en promedio.
Este aumento en las tarifas significará, para el estado, un ahorro de 47.500 millones de pesos por lo que queda del año 2023 y 455.000 millones en 2023.
La secretaria de energía respecto al ahorro fiscal comentó «Es mayor al previsto inicialmente, porque se calculaba un 10% de usuarios de altos ingresos que perderían el subsidio, pero tenemos 4 millones de usuarios que no hicieron el pedido de mantener el subsidio, entre los cuales muchos podrían todavía incorporarse».