Un enorme y poderoso tifón con vientos y lluvias sin precedentes azotó el lunes la región de Kyushu, en el suroeste de Japón, matando al menos a dos personas, dejando a una desaparecida e hiriendo a más de 70.
En Miyazaki, dos individuos murieron a causa del tifón, incluido un hombre de 41 años que fue encontrado muerto después de que su cabaña en la ladera de la montaña fuera destruida por un deslizamiento de tierra.
El transporte público se vio interrumpió, dejó en tierra más de 800 vuelos, dejando a más de 85.000 personas afectadas, provocó la cancelación del tráfico de trenes bala en muchas partes del país.
La Agencia Meteorológica de Japón prolongó la advertencia sobre fuertes vientos, mareas altas y movimientos de tierra en el oeste y el norte. El tifón se moverá el martes al noreste de Honshu a lo largo del Mar de Japón.
Es el decimocuarto tifón de la temporada avanzaba hacia el noreste cerca de Matsue, de Shimane, en el oeste de Japón, a una velocidad de unos 35 kilómetros por hora. El gobierno ordenó la evacuación de casi 6 millones de personas.
El primer ministro Fumio Kishida pospuso el viaje de esta semana a Nueva York, donde se dirigirá a la Asamblea General de la ONU. Se espera que concurra el martes por la mañana después de observar los daños causados por el tifón.